Tacones rojos encarcelados en la cárcel del deseo. Abren sus puertas al primer viajero.
Tacones que se pierden en el instinto ciego. No miden consecuencias de sus actos libertinos. La noche cómplice les besa los muslos; acaricia sus labios carmín. El olor a tabaco, alcohol y de billetes seduce sus miradas. Tacones rojos, bebiendo los pellejos de la vida en un hotel barato. Consumiendo juventud y piel en vinos del hartazgo. Mendigando migajas de amor para paliar la soledad de sus suelas solitarias, desprotegidas. Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario