Pequeños corazones,
mariposas, girasoles,
son los niños del mundo,
latiendo, en sístole y diástole de amor y fantasía.
Vuelan en maizales de alegría
y arcoíris de esperanza y de color.
¡Sus sueños de algodones no se acaben!
Sus lluvias de dolor conmuevan al mundo,
¡Necesitan tanta comprensión y amor!
Pequeños corazones,
estrellitas luminosas,
sol de esperanza para el planeta.
No dejemos que sus alas se mueran;
que sus luces sueños nunca se
apaguen.
Apoyemos a la infancia,
velemos por su integridad,
¡Qué no se rompan sus burbujas de alegría!
¡Que todos vayan a la escuela desayunados!
Que no los toquen las bombas de las guerras,
que su salud física y mental sea prioridad.
Amemos a nuestros niños
eduquemos con el ejemplo;
su cuerpo es un templo,
su felicidad nuestra responsabilidad.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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