En día de muertos
hay fiesta de calaveras,
difuntos y almas en pena.
Allí veo a políticos
con su lengua lisonjera,
bailando contentos
con sus abundates carteras
que llenaron en la tierra.
No saben que luego de esta fiesta
al infierno se los llevan.
También veo a los hombres
que no compartieron con nadie.
De gordos casi revientan
pero su cara da pena.
Son almas vacías,
¡Nada les llena!
Allí veo algunos artistas
que en vida eran muy guapos
y de cuerpo esbelto
y ahora solo son de huesos y harapos.
Más allá baila alborotada la señora muerte,
como agita la guadaña,
coge su vestido negro y zapatea de contenta
¡Para llevarse humanos no es nada lenta!
Tiene sus reloj de arena,
y va en caza de un alma agonizante,
bailando con gracia y con asombroso talante.
¡Cómo mueve la cintura con tanta frescura!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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