Como un frasco abandonado
embotellado en ilusiones de
bengala,
me dejaste a merced de las
olas mansas.
Yo recé mucho para que
nuestro amor no naufragara,
pero las corrientes como al
frasco lo llevaban.
Era una pena ver al amor roto
en pedazos de agua,
mi pecho sentía mojados sus
más caros anhelos.
La sepultura del amor nos visitaba
y con sus dedos
escribía:
Este amor murió
en sus enredos,
lo mataron las dudas, la apatía y los
miedos.
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas - Perú - Derechos reservados
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