Vierto lágrimas de sangre,
por un amor que me dejo varada, sin veredas,
por un amor, que me envolvió en sus telarañas de seda.
Sus promesas rodaron al río,
sus mentiras se hicieron hielo frío.
¡Me destrozaron el alma!
Lágrimas de sangre
brotan por mis mejillas,
son aguas salinas,
rocío sumiso,
flotando en el barco de la desilusión.
Mi voz paloma,
ya no canta,
en hojas calladas se ha quedado dormida,
sus plumas desconsoladas van volando,
y se incrustan en la arena de la angustia.
Tú, no llegas,
tú ya no me amas.
¡Y yo aquí, queriéndote tanto!
Mi pena arde en llamas rojas,
mi alma se quiebra,
mi cuerpo no me responde,
mi mente se obnubila.
Necesito las llaves de tu ternura,
necesito tu voz de lluvia suave...
Lágrimas de sangre que queman,
lágrimas de sangre que matan,
lágrimas que hieren,
son lágrimas en carmines encendidos,
por un amor,
que ya no abre sus brazos,
por un amor que olvidó su flor,
y la dejó sola, sin su calor.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú - Derechos reservados
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