Se me quiebra el alma con tu olvido,
se me deshoja la vida en descontento,
pececitos rojos me susurran tu nombre,
mi corazón es ya ángel caído.
Mis ojos se deshacen,
en lágrimas de huesos,
sus pañuelos se acaban...
Amor,
tu olvido,
me ha lacerado el alma,
la hace sangrar en río interminable.
¿Cómo pudiste dejar de amarme?
¿En qué momento sucedió?
En qué barcas, huyeron nuestras promesas doradas,
¿Qué olas las quebrantaron?
¿Cuándo se ahogaron?
¡Dímelo, dímelo por favor!
Aquí me tienes,
arañando tu olvido,
mirándole fijamente a la cara.
Él tiene los ojos llorosos,
yo le he secado sus lágrimas rotas,
y nos hemos abrazado...largamente.
Tu olvido me sabe a fruta agria,
no lo quiero,
no lo acepto.
Tu olvido, vida mía
me desangra, me destroza,
me hace un hilo, indefenso,
cual niña asustada.
¡No lo puedo comprender!
Visítame, en almas de recuerdos,
visítame si quieres, en un hasta luego,
pero no me digas,
nunca,
que ya, no me amas.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas Perú- Derechos reservados
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