cual ropa raída y desgastada,
quiero sacar de mí
el sabor agrio de tu amor;
aquella sombra gris,
que dejaste una mañana de abril.
Quiero olvidar, cariño malo,
tus estelas largas,
de duda e incomprensión
y tus clavos sangrantes y de cruel dolor,
pues, con solo recordarte,
mi alma, sufre y muere
en hojas secas amarillentas.
¡Quiero al fin, olvidarme de ti!
Arrancarte de mis pieles,
despintar tu imagen en mí;
olvidarme de esos recuerdos,
que solo supieron dañar mis rosas.
Quiero Correr... correr a nuevas naves de libertad.
¡Necesito ser libre de ti!
¡Necesito ser amada, en mi dimensión real!
Muchas lágrimas he derramado ya,
por tu malsano querer.
Mucho dolor me causó
tu estocada cruel;
esas cucharas negras de abandono y desinterés.
Quiero ser una nueva criatura,
ya no quiero llorar,
en lágrimas de sal.
¡Quiero ser mujer nueva!
En nueva senda,
de dignidad.
Amar a alguien que me sepa valorar
y que me coloque, en mi verdadero pedestal.
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