EL REGRESO DEL FÉNIX
Desde la cima se eleva un Fénix
atornasolado,
un tiempo estuvo opacado
un tiempo estuvo opacado
por los momentos
sombríos, pero ahora resurge,
y susurra en su voz de
coraje:
¡He caído en la batalla,
pero no he muerto!
Limpio de polvo mis alas
y emprendo un nuevo vuelo
ilusionado.
De marfil y hierro son mis
alas
no se dejan vencer por
contratiempos ni vendavales,
¡En la oscuridad demuestran
su entereza, desplegando todas sus galas!
Mi Fénix sale triunfante
vigoroso,
brilla más reluciente que el
oro,
en la frente lleva una
corona,
la corona de la victoria
que solo la llevan,
los que saben
sobrellevar los obstáculos
con heroísmo y bravura.
Los que no se abaten con el
primer tropiezo,
los que en medio del fuego
tienen agua de esperanza
y no se queman.
Resurge de las cenizas,
¡Vuela alto mi Fénix,
toca el cielo!
Cumple tus más caros sueños,
tus anhelos.
¡Los sueños son inmortales
para el que siempre lucha por ellos!
¡Los sueños son inmortales
para el que siempre lucha por ellos!
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