LA BRUJA DEL ÁRBOL (Cuento)
Anoche tuve un sueño fantástico, en lo profundo del bosque me
internaba y un camino misterioso a una casa verde me llevaba.
Era una casa extraña ubicada justo en el centro de la base de un árbol, estaba llena de
telarañas verdes y hojas de papaya.
Toqué la puerta y nadie me escuchaba, así que grité más fuerte:
- ¡Hay alguien aquí!
Entonces una voz ronca me dijo muy molesta:
¿Quién osa tocar a estas horas mi puerta?
Era una bruja muy fea llena de verrugas y con un vestido negro
andrajoso que al verme me sonrió, pero yo notaba que era una risa fingida.
Me invitó a pasar amablemente
me dijo que me sentará que me iba a invitar una sopa
y yo inocente la creía tan buena,
pero algo había en ella que no me gustaba
así que fui a su cocina despacito a ver que tramaba y la escuché
decir:
-¡Ja, ja le daré a esta niña mi pócima embrujada,
quedará muy seca como una rama y en un dos por tres me la comeré como
una rana!
En el acto salí despavorida de esa casa pero la bruja al ver que huía
detrás de mí corría subida en su escoba alada. Yo apretaba el paso muy asustada
y al llegar a un río que no podía cruzar, me eché llorar, pues mi suerte estaba
cantada, pero de sus aguas salió un viejo anciano que me dijo:
-Hija no llores, soy el anciano mágico de las aguas y te defenderé de ese
bruja malvada, le haré uno de mis hechizos y quedará convertida en rana
y cuando la bruja apareció para atraparme, el anciano levantó
su vara de palo y convirtió a la bruja en una rana morada, muy fea pero con
cara humana.
Yo me alegré que la bruja ya no me atrapara y agradecí al anciano su ayuda
y la bruja se quedó viviendo en los pantanos solitaria, pues los sapos verdes
se asustaban de su piel morada.
Así terminó mi sueño y me desperté agitada, mi madre me preguntó qué me
pasaba y le dije soñé con una bruja convertida en rana morada y mi madre de la
risa se mataba y me dijo: hija solo es un sueño de realidad lejana.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados©
No hay comentarios:
Publicar un comentario