IMPACIENCIA
¿Porqué tanta impaciencia contra
los ancianos?
¿Por qué si no oyen algo,
renegamos?
¡Por qué cuando se ensucian el
vestido
alimentándose, les gritamos!
¿Acaso que ellos nos atendieron de
niños
no nos acordamos?
¿Acaso cuando lavaban nuestros
pañales nos gritaban?
¿No recordamos que cuando no
había lo suficiente en el hogar,
muchas veces, por nosotros dejaron
de vestir y de comer?
Recuerda la vida da vueltas,
y quizás a nosotros mañana nos den
el mismo trato.
¡En los asilos no los abandonemos!
Ellos son nuestro árbol de
sabiduría y bien,
y como tal debemos venerarlos.
Ellos un día por nosotros, duro por
la vida lucharon,
no merecen el desprecio de nuestros
clavos.
De amor y comprensión debemos
rodearlos.
Besar sus manos trabajadoras que
por nosotros se rajaron;
besar su frente arrugada que por
nosotros tanto se preocuparon.
Autora:
Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados ©
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