MI MARGARITA
Ha nacido una margarita en el
desierto de mi vida
he de regarla con ternura,
para que se embellezcan sus pétalos
con dulzura.
El sol es fuerte en mi vereda,
y opaca mis pensamientos,
y a mi blanca margarita le quema la
vida.
No olvido de regarlas
todas las mañanas y por las tardes,
¡Es la esperanza que crece
en el piso de mi sol!
Crece tan rápido en ese macetero
y todos la aman:
Esta tarde ocre, esas nubes
algodonadas
y yo, su atenta jardinera.
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados
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