Déjame ver amado,
tus ojos, tu sonrisa, sólo una vez más.
Déjame disfrutar de tus fragancias
que me hacen volar.
Déjame acariciar tus cabellos y
sentir la misma ternura
que sentí ayer.
Déjame
tomar tus manos
y sentir tu calor, una vez más.
¡Déjame!,
déjame amado,
mirarte a los ojos, sólo un vez más.
Sólo una vez.
Déjame verte igual como te dejé,
estático
inerte
eternizado.
Y cuando haya pasado todo esto,
déjame luego,
marcharme tranquila,
el tren del olvido,
me espera ya.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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