Todas las noches, su voz vaga,
en las escaleras se ve su sombra
destellante, monótona, acre.
Encorvada camina lenta
lanza quejidos lastimeros,
tiene las manos huesudas,
tan blancas
unos ojos hundidos de dolor
su sangre hierve, en pena.
Sus extraños ropajes huelen a humo quemado,
levita por toda la escalera sube sigilosamente.
Espía un cuerpo solitario,
esta noche quiere aterrorizarlo.
Es
la novia que se suicidó allá en enero del año 1620
cuando su novio nunca llegó a la boda.
Lleva en su dedo magro el anillo de compromiso
que fue el maldito designio de su destino vago.
La
sombra entra a aquél cuarto
donde se vistió el traje blanco
en 1620.
Destruye
la lámpara del cuarto,
tira por tierra todos los adornos.
¡Es sombra violenta,
cuando entra a ese cuarto!
Todo lo deja roto,
y ya cansada regresa,
al pantano negro,
de donde salió,
flotando,
gimiendo,
entre humaredas negras
y violines lastimeros...
Autora Edith Elvira
Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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