Hoy la tristeza quiere roer mis huesos,
me ataca por la espalda,
me araña los ojos y sangran...
Hoy la soledad y el vacío
son mis huéspedes obligados.
Y yo las recibo desganada.
Hoy la tristeza
quiere hacer sus nidos pajaritos,
en mi corazón.
Y no se consuela con nada.
Todo le suena a vacío y tedio,
sus largas cabelleras tapan los ojos de la alegría
y la ilusión.
¡Oh, tristeza, mujer macilenta,
vete a llorar a otra puerta, desconsolada!
Ya he sufrido mucho, de la vida sus llagas,
y no quiero volver a repetir
el escenario del drama.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perú - Derechos reservados
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