Poesía, hermana, amiga,
pasión...
Palabra revelada,
sutil voz;
lengua en llamas.
Un día me enamoré de ti
y nunca más te dejé
y nunca más me dejaste ir.
Poesía, ven a mi casa
y díctame palabras inspiradas.
Acompáñame en los días soleados
y en las noches amargas.
Poesía, que me sigues, por mi casa, la cocina, mis calles y el
trabajo
¡Múdate a vivir conmigo!,
Te he reservado la habitación más grande:
Mi corazón.
¡Allí tienes ropa y almuerzo siempre listos para ti!
Eres el ángel de la inspiración, que me sopla palabras,
rimas y estrofas diamantadas,
que me alegra mis mañanas y mis noches,
que me
hace ser yo misma;
pero en otra dimensión.
Eres mi luz, mi aire.
Sin ti, la vida es vacío existencial,
¡Tú pintas mi mundo de colores!
Poesía, quiero vivir siempre a tu lado,
y cuando mi tiempo se haya acabado,
quiero que me entierren con tus versos de ternura,
con mi pluma y mis fantasías de coral.
Poesía,
en el cielo he visto tu rostro alado.
Y a mí, ha bajado,
cual fantástica revelación.
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