Si al destino se le cogiera a golpes,
y se deshiciere como barro
y si se hiciera sencillo y chiquito,
como una hormiga.
Se llevaría las desazones que me da, tu partida.
Yo volaría hasta Urano para salvar nuestro amor...
No hace falta camisas, ni canastas llenas, para ir tras de ti.
No hace falta gritarle al mundo que te quiero, para ser de ti.
Somos almas, en perfecta sinfonía de amor,
Somos espíritus conectados en luz.
Si la mariposa y las rosas contemplaran espectáculos de amor,
se pasarían muchas horas en nuestro valle de pasión.
Cuántas avenidas impregnadas de nuestros besos se pasean por el mundo.
¡Cuánta dulzura derramada, en nuestra danza de miradas y caricias!
¡Ho, Cuántos besos regaron nuestros jardines enamorados!
Pero tienes que irte
y me clavas la estocada mortal:
De pronto, el amor se hizo cal,
humo negro sin regreso.
Lluvia
helada,
helada
en frío,
frío,
frío...
frío,
frío...
Autora:
Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario