UNA LÁGRIMA NO BASTA PARA
OLVIDARTE
Una lágrima no basta, para
enterrar
en carrozas fúnebres, los clavos
de tu mal amor.
Una lágrima no cubre todo el
dolor que me hiciste a tragos tomar.
Pediré mil, inviernos,
que acompañen mi dolor;
suplicaré un verano
para sacar de mi piel
todos tus besos de ardiente
sol.
Una lágrima jamás bastará
para enterrar este amargo
dolor.
Hacen falta ritos de olvido,
sensaciones de vacío,
un séquito en luto
para arrancarme de los huesos
las aves de tu mal querer,
pues tus huellas aún aletean
por mis puertos,
aún me sobresaltan y lastiman,
picoteando las llagas frescas
de tus recuerdos.
No soy de piedra ni tan moderno
como tú,
a mí sí me duelen las astillas
de la separación
los clavos de tu traición aún
sangran en mi corazón.
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados
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