Jerusalén
ciudad milenaria,
hoy mi alma, te canta a tus ocho puertas, de esplendor.
A tus murallas dos veces devastadas.
A tus conflictos de religión.
Quizás algún día la puerta de Damasco que mira hacia el barrio musulmán
Se una con la puerta de Jaffa del barrio judío y cristiano.
Se unan en una de verdad.
Y todos sean hermanos, en un solo Dios de humanidad.
Jerusalén en tus ruinas y tus templos se respira misticismo
e historia sin igual.
Jerusalén
ciudad bendita. De historia ahíta.
Un día volverás a florecer en esplendor
como en las épocas de Salomón,
engalanada en zafiros, rubíes y esmeralda.
En oro puro de Ofir.
Entonces, ya no brillarás en rojo sangre.
Ya no tendrás ruinas rotas.
Brillarás en destellos resplandecientes de paz y amor.
Shalom Jerusalén
Shalom.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados.
hoy mi alma, te canta a tus ocho puertas, de esplendor.
A tus murallas dos veces devastadas.
A tus conflictos de religión.
Quizás algún día la puerta de Damasco que mira hacia el barrio musulmán
Se una con la puerta de Jaffa del barrio judío y cristiano.
Se unan en una de verdad.
Y todos sean hermanos, en un solo Dios de humanidad.
Jerusalén en tus ruinas y tus templos se respira misticismo
e historia sin igual.
Jerusalén
ciudad bendita. De historia ahíta.
Un día volverás a florecer en esplendor
como en las épocas de Salomón,
engalanada en zafiros, rubíes y esmeralda.
En oro puro de Ofir.
Entonces, ya no brillarás en rojo sangre.
Ya no tendrás ruinas rotas.
Brillarás en destellos resplandecientes de paz y amor.
Shalom Jerusalén
Shalom.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados.
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