Hoy lloré
lágrimas de olvido,
encima de esta piedra inerte,
en medio de este desierto agreste.
encima de esta piedra inerte,
en medio de este desierto agreste.
Lloré con lágrimas de olvido,
pues no merecía mi amor
este cruel castigo,
pero, así lo quiso el destino.
No es que muera de amor, ¡no!
Es que el amor se murió
y las lágrimas fueron
la sepultura que las regó.
Hoy lloré por él
y juro será la última vez que lo haga.
Pues descubrí que,
jamás para mí,
hubo amor sincero,
pues el que ama jamás lastima,
sólo quiere el bien del que adora.
Hoy lloré por él, con lágrimas de olvido,
sus desconfianzas, su trato desamoroso,
hizo más fácil la retirada.
El amor es delicada prenda,
que hay que cuidar y valorar,
pues como el cristal fino se quiebra
y ya no se recompone.
Llorar en lágrimas de olvido,
lavan el alma,
la purifican,
y la hacen seguir su rumbo, su camino.
Otro amor sabrá darme estoy segura
ternura pura y sincera,
mis lágrimas serán consoladas
y mis eternos sueños de amor
serán al fin colmados.
Autora: Edith Elvira
Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados de autor
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