Mujer,
tú que tienes en tus entrañas, el cáliz de la vida,
que te esfuerzas día a día,
que amas incansablemente en la cocina de tu casa,
en la mesa servida, en la oficina,
en los centros públicos y privados.
Tienes la delicadeza de una rosa
y la fortaleza de un ciclón.
Mujer que enamoras corazones,
que inspiras ternura y dulzura,
que no te amilanas ante la adversidad
allá en los comedores populares, aplacas el hambre,
en las calles barres la pobreza,
eres ambulante, profesora, enfermera, policía
abogada, ingeniera...Presidenta...
Demuestras capacidad, responsabilidad y honradez
en tu tarea.
Benditas tus manos sean.
Hoy te agradece tu familia,
tu país, tu nación,
porque entregas lo mejor de ti.
En el hogar eres el germen de hombres nuevos,
tu tiempo y esfuerzo dedicas, en formar hombres de bien.
Mujer, polvo esos hombres que te hacen heridas en el cuerpo y el alma,
que no reconocen que, de mujer vinieron al mundo,
que no te dan tu lugar merecido.
Mujer cuántos dolores sufre tu vientre,
tu alma llora cuando no reconocen tus derechos,
cuando no te dan el valor que mereces, sólo por prejuicio o complejos.
Mujer, un nuevo mundo puedes crear en tus manos.
En tus hijos, tienes la masa de nueva humanidad...
Autora : Edith Elvira Colqui Rojas – Perú-Derechos reservados
tú que tienes en tus entrañas, el cáliz de la vida,
que te esfuerzas día a día,
que amas incansablemente en la cocina de tu casa,
en la mesa servida, en la oficina,
en los centros públicos y privados.
Tienes la delicadeza de una rosa
y la fortaleza de un ciclón.
Mujer que enamoras corazones,
que inspiras ternura y dulzura,
que no te amilanas ante la adversidad
allá en los comedores populares, aplacas el hambre,
en las calles barres la pobreza,
eres ambulante, profesora, enfermera, policía
abogada, ingeniera...Presidenta...
Demuestras capacidad, responsabilidad y honradez
en tu tarea.
Benditas tus manos sean.
Hoy te agradece tu familia,
tu país, tu nación,
porque entregas lo mejor de ti.
En el hogar eres el germen de hombres nuevos,
tu tiempo y esfuerzo dedicas, en formar hombres de bien.
Mujer, polvo esos hombres que te hacen heridas en el cuerpo y el alma,
que no reconocen que, de mujer vinieron al mundo,
que no te dan tu lugar merecido.
Mujer cuántos dolores sufre tu vientre,
tu alma llora cuando no reconocen tus derechos,
cuando no te dan el valor que mereces, sólo por prejuicio o complejos.
Mujer, un nuevo mundo puedes crear en tus manos.
En tus hijos, tienes la masa de nueva humanidad...
Autora : Edith Elvira Colqui Rojas – Perú-Derechos reservados
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