Amado estás
encarcelado en mí,
cual reo consumado.
Sí amado, en cárcel de mis besos te tengo encarcelado,
y solo yo, tengo las llaves liberadoras...
Tus pupilas en mis ojos se han clavado y tu piel me sigue los pasos,
eres mi esclavo en besos.
cual reo consumado.
Sí amado, en cárcel de mis besos te tengo encarcelado,
y solo yo, tengo las llaves liberadoras...
Tus pupilas en mis ojos se han clavado y tu piel me sigue los pasos,
eres mi esclavo en besos.
Encarcelada me tienes en tus caricias y yo te he encarcelado en besos.
Te llevo al infinito de mis versos,
al Edén de frutas deliciosas.
En mi encontrarás la savia roja que te sacie,
las mieles que te embriaguen y hagan perder la razón.
¿No oyes la voz de mi corazón?
Ven amado, entre esa luna redonda y esas estrellas vagas,
dibujaré tu nombre entre mis rosas.
No te liberaré de esa prisión.
Permanecerás allí clavado
perpetuamente sellado en besos.
Pues eres mi reo eterno, mi favorito.
¿Pides que te libere?
No, no te libero.
Liberado tú, yo iría hacia a la muerte,
pues mi dicha es tenerte y quererte...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perú - derechos reservados
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