En el iris de tus ojos se ha instalado
mi universo.
Me miro entre sus dedos,
me enternezco como un niño.
Me miro entre sus dedos,
me enternezco como un niño.
Me tiendes las manos en sus pupilas.
Soy tu más sublime deseo,
Eres mi guardián poseso.
Mi delicado iris te mira ávido,
no quiere separase de ti.
Se enredó en tus entrañas
para nunca más irse de ti.
Palomas mensajeras fueron tus ojos
que me llevaron en sus ventanas,
me hipnotizaron y dejaron sin aliento.
Sí, tus ojos me miraron con amor,
y me transformé, al fin, viví.
Me diste nueva vida en tus ojos enamorados.
Y ahora, ya no vivo sin el iris de tus besos.
Sin tus caricias de tus profundas córneas.
¿Qué haré sin ti?
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú- derechos reservados
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