Adiós amor huraño y traicionero,
Adiós amor pequeño sin raíces;
soplaré tus caricias y matices,
me fugaré en mis barcos y veleros.
Tú no supiste ser un compañero
leal y comprensivo en tus carices;
ojalá que en tus egos agonices
y no vuelvas jamás, cruel caballero.
Solo penas dejaste en mis trigales,
herida tras herida en tu relente;
no sabías tú amar con toda el alma.
Yo no quiero en mi vida tus cristales,
solo veo traición en tu amplia frente;
Sin ti yo viviré con mucha calma.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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