Ángeles vienen bajando del cielo
con flores y ofrendas de estrellas.
Descansando en un sueño profundo
alcancé a divisarlos.
Bajan con sus cántaros de agua,
bajan con su rosas y trompetas,
con sus alforjas de sueños...
Me llevan al cielo,
feliz con ellos asciendo,
peldaño a peldaño;
mi corazón de gozo está latiendo.
Esos ángeles, alegres tocaban a mi alrededor
sus liras y cornetas,
yo solo los miraba absorta
y mi cuerpo entero
temblaba,
¡Qué preciosas criaturas que el
cielo ocultaba!
Al llegar al último peldaño
se abrieron las nubes
y a lo lejos vi una hermosa
ciudad enjoyada
brillaba como la luz de la
mañana
cubierta con zafiros y
esmeraldas
con ríos cristalinos que corrían
bajo sus pies.
Allí una blanca paz se respiraba
Allí no había enfermedades,
trabajos ni nada.
Solo florecía la vida descansada.
¡Qué grandes maravillas me
enseñaban
los seres alados que mi sueño
adornaban!
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas - Perú - Derechos reservados
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