Los ojos inquisidores de la aurora
anuncian los pasos gigantes
de una nueva poesía liberadora.
El clarín de la justicia
salta en su desván inquieto,
clama por una sociedad más justa,
por un orden más humano...
Muchas voces se unen
en el concierto general:
Algo debe cambiar hoy, ahora.
La plumas agitadas baten sus vuelos
buscan verdades ocultas en sus tinteros.
Ya se acerca la voz de un nuevo mañana,
ya clarea el día para el pobre y desamparado.
Que la tierra escuche:
Basta de águilas carroñeras,
basta de comer el pan de otros en sus bodegas.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
(Terminé el poema y busque recién esta imagen y quedé sorprendida que exista algo que imaginé, ¡qué grandes son los pintores!)
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