Les comparto un poema que me dedicaron en un portal de poesía:
Para Edith Elvira:
Enmarcada entre rosas y amapolas,
deja Edith su mirada sobre el cielo;
su sonrisa se mece entre las olas
de una mar que acaricia nuestro anhelo.
deja Edith su mirada sobre el cielo;
su sonrisa se mece entre las olas
de una mar que acaricia nuestro anhelo.
Tiene, acaso, la sombra delicada
de una mano tendida en las arenas
de la playa que espera, emocionada,
otra mano que rompa con las penas.
de una mano tendida en las arenas
de la playa que espera, emocionada,
otra mano que rompa con las penas.
Tiene Elvira la luz de la alevilla
en sus ojos melosos y serenos.
Tiene el alma del ave venturosa
en sus ojos melosos y serenos.
Tiene el alma del ave venturosa
que dibuja caricias y que brilla
al compás apacible de sus senos,
en su altar celestial que la hace hermosa.
al compás apacible de sus senos,
en su altar celestial que la hace hermosa.
J. Q.
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