Te pondré un jarrón de flores y unas
estampitas.
Pues fuiste siempre un amor bueno.
Nunca me diste llanto, ni quebranto.
En tus brazos sólo gocé el encanto de la
vida y el amor.
En rosas y girasoles me hiciste navegar
Y por eso amor bueno.
¡Nunca, nunca, te voy a olvidar!
Te construiré un altar en mi corazón.
Un altar sagrado.
Para dedicarte mis oraciones y mejores
deseos para ti.
Amor bueno.
Tu amor fue una casa de enseñanza.
Una ventana al mundo.
A tu lado recorrí contenta los senderos
del amor.
Por eso hoy te hago un collage de buenos
deseos,
en el lienzo de mi corazón.
Amor bueno,
amor sacrificado.
Siempre supiste amar y dar.
Por ello de tu alma
yo me supe enamorar.
Todas las paredes de mi cuarto
Están decoradas con tu nombre.
Amor bueno.
Tú fuiste, un amor sincero.
Un amor,
que me supo comprender,
que supo inspirar en mí,
sólo la bondad y el bien.
Amor bueno, amor conjugado en el verbo
amar.
Yo nunca, pero nunca te podré olvidar.
Te llevaré a todas partes,
en los bolsillos eternos, de mi corazón.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perú
- derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario