Libérame de
este torrente de pasión dormida,
en violetas y jazmines subyugantes.
Átame a tu infinita ternura,
no dejes que me muera en el intento de amarte.
¡Sostenme, que caigo en caída libre!
en violetas y jazmines subyugantes.
Átame a tu infinita ternura,
no dejes que me muera en el intento de amarte.
¡Sostenme, que caigo en caída libre!
Ya nos soy la niña inocente
del vestidito de blondas,
manitas de seda y sonrisa dulce.
En ti me volví mujer,
en ti me volví,
ave viajera errante.
Libérame, no sé cuánto tiempo resistiré,
secuestrada en ti.
Eres mi cárcel sin salida,
laberinto que confunde mis sentidos,
llama ardiente en lenguas de fuego.
Necesito, ser liberada de ti
No me mires,
tus miradas me atrapan, no me dejan ir.
Soy tu rehén más preciado,
no me quieres liberar,
Me atas en las paredes de tu alma,
y en tus besos mágicos,
destilo amor por ti.
Libérame
¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí?...
Libérame,
que ángeles vengan a liberarme,
que me he quedado sin palabras,
sin aromas, sin mí.
Tu esclava soy,
en este jardín engarzado,
con espinas que me hieren y a la vez me dan la vida.
En esta cárcel que me ata.
Si no me dejas ir,
entonces ámame, como nunca has amado.
Ámame,
libera mi alma,
de la falta de ti.
Lléname de amor
y seré liberada,
esta vez sí, liberada,
de verdad.
Autora: Edith Elvira Colqui
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