Me hiciste infeliz,
borraste la bandera de la comprensión;
no vi en ti, día de sol,
¡Sólo nubes grises, de egoísmo muy cruel!
Amor, me equivoqué.
Enamorada, no pude ver,
estaba ciega, con lazos atada.
Cuando vertías sólo dudas y reclamos.
Solo palabras de hiel.
Y yo las confundía con miel.
Aunque yo por ti, la vida daba,
aunque por ti me desvivía y desvelaba.
Siempre el corazón te abría en flor,
con sinceridad de amor.
No...No sé porque siempre insistía,
con amor que no devolvía con la misma moneda.
Con amor que la rosa hería, con su voz de espinas.
Pero hoy al fin comprendí, que eso no es amor.
Menos camino de felicidad.
Sigue tu senda tranquila.
Yo mi destino, lo quiero, con claridad y luz.
No quiero sombras que me hagan triste,
¡No quiero molinos que lancen mis lágrimas
por las calle!
Yo quiero un amor bueno,
que me haga sonreír
Amor de mutua donación.
Tierno y delicado ruiseñor,
que me arrulle en cantos de respeto y consideración.
Amor que me enseñe de la vida lo mejor.
Amor cabal, de acero pulido
¡Un amor de verdad!
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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