Te abrazas a
sus ojos.
Estiras las manos, no quieres ahogarte en su piel.
Su cuerpo es tu cárcel.
¡Sal pronto!
Que te envolverá y no deja salida.
¡No te muevas!
Sal en silencio.
Estiras las manos, no quieres ahogarte en su piel.
Su cuerpo es tu cárcel.
¡Sal pronto!
Que te envolverá y no deja salida.
¡No te muevas!
Sal en silencio.
No le llores cuando se marcha.
Es señal de que lo amas.
Que no lo sepa.
Aunque sea cierto.
A veces es bueno, no entregar todo.
Ámalo pero no lo idolatres.
¿Ves?
Abre la puerta y ya se va.
Otra vez, te deja sola.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú - derechos reservados
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