La noche estrellada es la obra maestra del pintor postimpresionista [Vincent Van Gogh]. El cuadro lo realizó en el sanatorio Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó hacia el final de su vida
Para mí la oscuridad es nada,
puedo arrancarle a las penumbras,
noches estrelladas.
Puedo inventarme más de un sol en el cielo.
Amarillos discos viajando
en los círculos concéntricos de la vida.
Pero no estoy loco, no.
Solo veo
lo que otros no pueden ver.
Puedo romper el vidrio de la ciudad rota en penumbra
y dar a luz vida.
El caos y el desorden,
los trazos imperfectos,
las nubes como olas serpenteantes,
también pueden generar belleza en mis piezas.
Soy un ser fuera de lo normal.
¿No lo comprenden?
Mi ciudad de sombras
no me paraliza.
Mis tinteros
no se estacionan.
Son mi terapia.
Analgésicos del miedo que me ocasiona
no volver a la realidad.
¡Que las sombras penetren mi vacío!
El azul y el negro destino
me persiguen con sus líneas cortadas,
¡Invaden mis espacios, los malditos!
Yo escapo como halcón
de sus fauces
con mis amarillos soles
que le dan sosiego a mi alma.
Tengo un sol que se devoró la luna.
Necesito de ambos para sobrevivir...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados
(Nota: este poema es resultado de mi visión particular del cuadro como poeta y basado en la vida del pintor pues estuvo internado en un hospital psiquiátrico cuando lo pintó)
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