Bebí la copa de oro,
la
que tiene los rubíes y diamantes incrustados.
De pronto, sentí escalofríos y vómitos,
se me retorcía los intestinos.
De pronto, sentí escalofríos y vómitos,
se me retorcía los intestinos.
Me convertí en un ser monstruoso,
sentí que se desgarraba mi espalda y me crecían alas
y unos colmillos afilados rodearon mi boca,
desde donde lanzaba, fuego calcinante.
Mis ojos se desorbitaron.
¡Entré en éxtasis!
Sentí retorcijones por todo el cuerpo,
y poco a poco,
dolorosamente,
mi cuerpo,
se desdoblaba en dos partes.
Una parte conservó la imagen del monstruo,
y la otra se hizo un ángel brillante.
La eterna dualidad del bien y el mal
Habitando en mi cuerpo...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados.
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