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Noche atrevida y bohemia,
con sabor a tango acompasado
o a un delicioso jazz.
Noche de canciones trasnochadas,
de pasión loca desenfrenada.
Noche que almuerza siluetas
en sus ojos negros dilatados
y su luces tenues borrachas.
Noche de un café,
una cerveza o un coñac.
Noche de eterna poesía
Noche agitada,
noche desenfrenada,
con sabor a pecado y beso.
Noche a media luz,
bailando lento en ritmos sensuales.
Noche discotequera,
o de una taberna de la ciudad.
Noche,
de mariposas libertinas
buscando claveles que libar.
Noche de artistas,
buscando inspiración
en alguna piel desnuda o un flirteo ocasional.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
Nota: esta es solo una creación literaria
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